Inmunidad e higiene, no siempre van de la mano.
Cuando hablamos de salud la palabra higiene seguro que aparece (y con mucha razón), el problema es cuando todo se sale de control.
Todo comienza con la hipótesis de la higiene, si lo pensamos bien, es de esperar ya que en la antigüedad un altísimo porcentaje de muertes eran por causas infecciosas. Luego de que entendiéramos cómo funcionaban las enfermedades de este tipo comenzamos con la “fiebre” de la súper higiene, en paralelo y casi en simultáneo, los doctores notaron un aumento de alergias en los niños como el asma y gran número de adultos mucho más susceptibles a enfermedades de las vías aéreas.
En los últimos años se ha estudiado cada vez en más profundidad como afecta nuestro entorno (y que tanto nos exponemos a èl) en la salud general y en la variabilidad de microorganismos que existen en nuestra microbiota. Gracias a éstos estudios rápidamente se relacionó la falta de exposición a la naturaleza con mayores probabilidades de sufrir alergias.
Èsta exposicion a la tierra, a las hojas, a los animales, al aire, a los insectos es de suma importancia entre los 2 meses a 5 años de edad que es el período de tiempo donde se forman las bases de nuestra inmunidad. Parte de ella es Innata y esta ligada a nuestros genes y la otra parte es Adquirida y depende del ambiente y que tanto nos permitimos exponernos a él.
Los niños, la naturaleza y el sistema inmune
Veamos como funciona la construcción de nuestras herramientas inmunes en la naturaleza:
Algo típico de los mamíferos es que en sus primeros años de vida buscan meterse todo en la boca y ésto tiene una razón evolutiva (y los individuos que no imitaron esta práctica durante su desarrollo evolutivo hoy están extintos)
Cuando los niños mastican tierra, insectos, hojas o hasta al perro jaja, lo que hacen es recopilar información e introducir microorganismos nuevos que no obtienen a partir de la teta de la madre. Estos microorganismos pueden ser “buenos” o pueden ser “malos” y el sistema inmune podrá comenzar a reconocerlos y a archivar la información para luego producir respuestas más eficientes cuando aparezca una enfermedad.
Además, cuando la madre amamanta, el pezón tiene tanta sensibilidad que es capaz de transmitir a través de sus receptores todo lo que el niño ha ido recolectando en su boca y luego de unas horas produce más leche pero, ésta vez ,con una respuesta inmune creada específicamente para lo que el bebe estuvo masticando unas horas antes. Éste mecanismo tan perfecto se desarrolló a lo largo de miles de años de evolución y hoy en día se está debilitando.
El asma y el entorno que respiramos
Una de las respuestas más usuales a una falta de exposición a la naturaleza es el asma, no es siempre asi, pero estudios encontraron una fuerte conexión entre ésta condición y la polución, polvo y smog presentes en el ambiente de ciudad.
Qué es el polvo?
El polvo esta formado por partículas minúsculas del entorno en el que estamos, si es un jardín tendrá en su contenido parte de estas plantas, tierra, polen, etc. Si en cambio estamos en la ciudad el polvo que respiramos estaría formado en mayor medida por células muertas de la piel (nuestras y de los vecinos eh?), humo de cigarrillo y de contaminación del aire y también un alto contenido de bacterias que estan asociadas al riesgo de asma como el Staphilococo y Estreptococos.
Nota: Las recién nombradas son bacterias usuales de la piel del humano moderno y los hospitales. Digo en la piel del humano moderno porque si analizamos la piel de una persona hace 100 años el perfil bacteriano no es el mismo que el de hoy, recordemos que los microorganismos que viven en la piel son parte de la microbiota y hace un siglo no nos bañábamos tan seguido y, si lo hacíamos, no usábamos jabones abrasivos sino que respetábamos la capa de grasa natural de nuestra piel. Hoy en dia lavamos a los niños con jabones anti bacteriales que ,lejos de ayudarnos a estar más sanos, lo que hacen es alterar la Microbiota y Ph natural de nuestra piel que es nuestra primera línea de defensa a los patógenos del entorno – respiro hondo, porque ya me altere jaja –
En fin, este ciclo de respirar polvo de ciudad genera respuestas inmunes que al principio son leves durante la primera infancia y luego se vuelven más agresivas y generan las bases para las reacciones asmáticas NO psicosomáticas, ya que las psicosomáticas son para otra historia.
Acciones simples que mejoran la inmunidad familiar.
Qué hay que hacer? Me muero si recibo un mensaje de alguien de “Flor, vendí todo y me fui al campo y ya no me baño” no tampoco asi, a menos que quieras hacerlo, que estaría buenísimo claro si queres irte a vivir mas lejos de la ciudad, bañarse es bueno lo malo es pasarse jajaja
Estos son tips simples y accionables:
- Mascotas: Por más que sean domésticas las mascotas nunca están tan limpias como la mesada de nuestra cocina, estan llenas de gérmenes propios de su especie que enriquecen la exposición de nuestros niños a nuevos microorganismos. Que los chicos tengan una mascota es algo bueno para su microbiota y para su psicología.
- Una huerta familiar: En el acto de tocar, en el contacto con lo natural ya se construye microbiota, el solo acercar la nariz a una flor de tomate ya es suficiente para hacer la diferencia. Una huerta familiar puede hacerse en una pequeña maceta o cantero.
- Higiene domestica: Después de leer ésta nota ya van a pensar que no me baño ni limpio mi casa jaja pero en realidad tiene que ver con los excesos, no con la limpieza. Usar la menor cantidad de químicos en la limpieza de casa ayuda muchísimo con la salud inmune. En Alemania por ejemplo usar cloro (lavandina) para limpiar un domicilio familiar es algo completamente descabellado, ni siquiera los baños se limpian con cloro en algunas partes de europa, no solo contamina los acuíferos sino que ademas no es necesario. Hay muchas opciones mejores a las de supermercado.
- Libertad: El nene se tiene que golpear, se tiene que ensuciar, lo tiene que picar algún bichito alguna vez, déjalo ser niño sin correr a higienizarlo, esta bien que a veces se meta cosas no tan deseables a la boca (siempre dentro de lo lógico). Y no te olvides que cuando se trata de inmunidad todo lo que no te mata, efectivamente te hace más fuerte.
- Alimentos naturales: Aquí es cuando el exceso de higiene aparece! ¿un niño no puede comer una banana un poco pasada pero si una barrita dulce de supermercado?
Los alimentos naturales tanto para adultos como para niños hacen más por nuestra salud que cualquier selectividad bromatológica que nos guste usar de excusa. - Una vez conocí una madre, que orgullosa de su cuidado y amor, prefería comprar papillas de supermercado para su bebe de meses en vez de prepararlas ella. Decía que las papillas comerciales traían sello de “aprobado por x” y eso le daba seguridad. Ella tenía miedo de prepararle una papilla a la beba y que le haga mal. Fue un largo camino de desbloquear conceptos adquiridos hace años pero terminó preparando y fermentando en casa ella misma los yogures que ahora su nena lleva al jardín (que es así como llamamos al preescolar en Argentina ♥️)
Gracias por leer este blog, solo quería contarles un poco de lo que hay detrás de un sistema tan complejo como el sistema inmune. Ésta entrada va dedicada a las mamás que por amarnos mucho nos cuidan de más jaja, es un fragmento de uno de los bonus del curso de Alimentos Probioticos y Fermentados al cual pueden inscribirse si quieren aprender más sobre salud y alimentación.
Les dejo el link aqui!